
Millésimes (añadas)
En el hemisferio sur, un año vitivinicultora se analiza desde el mes de mayo del año anterior a la cosecha en curso (n-1) que va de la caída de las hojas que coincide con el final de las vendimias/fermentaciones; la brotación de la viña es en el mes de septiembre, el período de crecimiento es hasta el mes de diciembre/enero y la época de madurez va desde febrero a abril dependiendo de las variedades. La zona central de Chile se caracteriza por tener un clima de tipo Mediterráneo con una marcada estacionalidad: otoño – invierno – primavera y verano. Pero la gran diferencia con zonas de clima mediterráneo, es que en nuestra época de crecimiento y madurez de la viña es con ausencia de lluvias, esto debido a la corriente de Humboldt que es una corriente fría que se desplaza por el océano pacífico impidiendo que este monte en temperaturas (Min 8°C Max 14°C en nuestra zona)... por lo cual las lluvias solo caen durante el período invernal. Esto refleja entonces dos realidades para nuestra viticultura: La primera, es que en nuestro caso que trabajamos con viñas sin riego artificial, el agua será fornida durante las precipitaciones invernales que rellenaran las reservas de agua en el suelo para que la viña se alimente durante la temporada de crecimiento. La segunda, que como es muy difícil que existan lluvias durante el período de primavera/verano o crecimiento/maduración, se limita mucho la aparición de “enfermedades de la viña” por lo cual nuestra carga fitosanitaria es mucho menor ya que no existe la humedad para que se desarrollen hongos de tipo Mildiu que tienen consecuencias desastrosas en el hemisferio norte tanto para las cosechas como para los suelos que están más o menos contaminados (o con una carga mayor) de metales pesados como el cobre que es “el antídoto” por excelencia para tratar esta enfermedad. Otra características distintiva de nuestro clima mediterráneo gracias a la corriente de Humboldt, es que durante el período de maduración de la viña existe un diferencial térmico entre el día y la noche bastante importante, de hasta 20° de diferencia entre la temperatura mínima nocturna y máxima diurna. Esto es una condición muy ventajosa, que ya el desarrollo de antiocianos en variedades tintas se ve estimulado por este efecto. Otra ventaja, es que esto permite a la planta “relajarse” durante la noche, lo cual da como consecuencia un período de madurez más prolongada mejorando así las características organolépticas de los futuros mostos.
Es el año de inicio de esta aventura, comenzamos con la búsqueda de lo que queríamos hacer: variedades mediterráneas y parcelas orgánicas, algo que no fue fácil de encontrar..
De manera general fue un buen año para la viña y la madurez de la uva..+es un año seco con una hermoso final de temporada. Los vinos son muy aromáticos con equilibrio y elegancia que impresiona sobre este año. Bella concentración tanica
Aspectos favorables: Abudante agua en invierno (jun-jul-agost) Ausencia de lluvias en primavera Comienzo de período estival de manera lentauva sana y con buenos niveles de madurez
Aspectos desfavorables: Primavera más fría de lo normal, atraso en la brotación y en la floración → corrimiento.... Al momento de la cosecha, Fermentaciones lentas por el descenso de temperatura... Lo que más favoreció esta temporada que terminamos de cosechar antes de las lluviasque comenzaran a mediados de abril...